Con la música y letra de la canción Mediterráneo se dio inicio ayer a la XXV edición de los Premios Bocopa, la gran gala anual con la que el Consejo Rector de Bodegas Bocopa congrega a clientes, socios y amigos para compartir con todos ellos los vinos de Alicante.

Una importante cita que lleva haciéndose ya desde hace 25 años -siempre el últimos jueves de noviembre- y que, en esta ocasión en que se celebra el cuarto de siglo de su creación, fue una gala que estuvo a la altura de esta efemérides. El Auditorio de la Diputación Provincial ADDA albergó un gran montaje de música, con la intervención de un gran coro, e imagen con la proyección de diversos vídeos que sorprendieron a los cerca de 1.000 personas que se congregaron en la Gala.

En esta ocasión, el acto contó con la presencia de la consellera de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Clímático y Desarrollo Rural, Elena Cebrián Calvo; el secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural, Francisco Rodríguez Mulero, el rector de la Universidad Miguel Hernández, Jesús Tadeo Pastor Ciurana, así como el presidente de la Cámara de Comercio, Juan Bautista Riera, y el delegado provincial del Ministerio de Agricultura, Vicente Valero.

Un numeroso público respondió con su presencia a este evento que es ya una cita consolidada.

Como se señaló durante la presentación del evento, desde la última vez que se celebró este evento, el jueves 26 de noviembre del de 2015, «los más de doscientos cincuenta viticultores que forman la familia Bocopa han mimado con esmero sus viñas, para obtener una vez más los mejores vinos del Mediterráneo, los vinos de Alicante».

Y del presente, del gran momento que viven los vinos de Bocopa, de los galardones que obtienen y, como no, de las nuevas añadas y de los nuevos vinos elaborados en estas bodegas fueron los temas centrales de discurso de Gaspar Tomás, director gerente de Bocopa.

La bodega más galardonada

Tras apuntar los datos que indican la dimensión de Bocopa -250 viticultores, 1.000 hectáreas de viñedo y 5 bodegas de elaboración en Cañada, Castalla, Sax, Petrer y La Romana más un colectivo de 50 viticultores en la zona de la Marina Alta-, señaló Tomás el gran dinamismo de estas bodegas que le han llevado a ser actualmente «las más galardonadas de España». Tan sólo en 2015 «nuestros vinos han obtenido un total de 25 galardones. Siete de ellos concedidos por la prestigiosa guía francesa «Gillbert & Gallard», cómo son los oros al Marina Alta, a Laudum Roble y Marina Espumante entre otros, cinco premios «Me Gusta» nos dieron los consumidores, cuatro galardones nos fueron concedidos en el concurso más prestigioso de Alemania el «Berliner Wein Trophy» a Señorío de Benidorm, Marina Alta y Laudum Roble, tres en el «Challenger International du Vin» de París y así hasta completar una lista de 25 medallas obtenidas en Europa y América».

Asimismo, afirmó como una de las satisfacciones de Bocopa, el prestigioso premio mundial al diseño en los «Dieline Awards» de Estados Unidos obtenido por el diseño de la botella de Laudum Roble. Presentó la nuevas añadas 2016 de los blancos Marina Alta, Marina Espumante y Laudum Chardonnay, así como los tintos Laudum Roble, Señorío de Benidorm, y el Sol de Alicante Moscatel y Dulce Negra.

El rector de la UMH recoge el premio concedido

Mención especial tuvo para el nuevo tinto Fuego Lento, primer vino surgido del «Proyecto Hispánicus» un trabajo de I+D+i, dijo «con el que estamos definiendo el marco, en el que se va a desenvolver Bocopa hasta el año 2025». Fuego Lento se degustó por primera vez anoche en una pequeña cata, dada su pequeña producción limitada a 1.650 botellas.

Entidad galardonada este año

Tras las palabras de Gaspar Tomás se sumó a él en el escenario el presidente de Bocopa, José Miguel Castelló con el objeto de otorgar el premio Bocopa de este año que se le ha concedido al Grupo de Investigación de Calidad y Seguridad Alimentaria de la Universidad Miguel Hernández, grupo que, como pudo verse en un vídeo, es una pieza fundamental en el desarrollo de los vinos de Bocopa.

Recogió el premio el rector de la UMH de Elche, Jesús Tadeo Pastor Ciurana, y también subieron al escenario el director del equipo investigador, Ángel Carbonell, y el profesor Francisco Burló para hacerles entrega de un reconocimiento a su labor.

Tras una intervención del rector, tomó la palabra José Miguel Castelló, presidente de Bocopa, que incidió en la necesidad de mantener «una dinámica de crecimiento constante, sabemos ahora que debemos prepararnos para asegurar un nuevo horizonte a nuestros viticultores. Un compromiso de trabajo en parámetros de calidad que les permitirá conseguir una economía sostenible para sus viñedos». Y esto, añadió «únicamente lo podemos conseguir si logramos aumentar el consumo de vinos de calidad». Afirmó que consumidores y profesionales del comercio y de la hostelería tienen «una responsabilidad en esta apuesta por la calidad» y que ya no hay motivos para que no «hagamos de los vinos de nuestra Denominación de Origen, los vinos de nuestras grandes celebraciones».

Tras finalizar su intervención, el presidente de Bocopa invitó a la consellera Elena Cebrián a subir al escenario y le hizo entrega de la primera botella de «Fuego Lento» cosecha 2013. Cebrián dirigió unas palabras al público presente, tras lo cual se pasó a degustar las nuevas añadas en el cóctel que se había preparado para este evento.

Fuego Lento, máxima expresión del «terroir» de Alicante

«Fuego Lento» es un vino «que guarda en su interior toda la experiencia acumulada, generación tras generación», indica Gaspar Tomás. «Este vino es fruto de la viticultura que se practicaba antaño en la DO Alicante y que nosotros pretendemos preservar» añade el director gerente de Bodegas Bocopa.

«Fuego Lento» se elabora a partir de uvas de las variedades Monastrell (70%), Alicante Bouschet (15%) y Syrah (15%). Una elaboración muy cuidadosa, fundamentada en una estricta selección de las uvas en el viñedo y en la mesa de selección, permite realizar largas maceraciones destinadas a la extracción de toda la riqueza que estas uvas encierran.

Una paciente crianza en roble francés y su posterior permanencia en botella permiten que este vino de guarda madure a fuego lento.